EL AGUA TU ALIADA SIEMPRE







Minerales e índices de mineralización

El viaje de siglos o décadas por la tierra dota al agua de un interesante contenido en minerales que varía en función del recorrido que llega a realizar antes de llegar al consumo humano. No todas las aguas tienen la misma composición. Por ejemplo, la cantidad de sales minerales puede variar entre un agua y otra.

El calcio en el agua
El calcio de las aguas minerales completa perfectamente el de los productos lácteos y ofrece una buena asimilación. Un agua rica en calcio durante las comidas previene los cálculos renales.

Magnesio
Este mineral participa ¡en 300 reacciones de nuestro cuerpo! Es importante saber que un agua mineral rica en magnesio puede cubrir hasta un tercio de nuestras necesidades diarias en magnesio (Hépar: 110 miligramos por litro).

Potasio
actúa sobre la contracción muscular.

Sodio
contribuye al equilibrio de agua de nuestros tejidos y a la transmisión del flujo nervioso.

Bicarbonato
vital para el mantenimiento del equilibrio ácido de base y el pH de nuestras células.

Cloruros
están presentes en nuestros líquidos intracelulares.

Sulfato
elemento esencial para el cabello, los vasos sanguíneos y los tejidos conjuntivos, favorece la eliminación de las toxinas.


Índice de mineralización: una primera selección

Ante la extensa carta de aguas envasadas que te encuentras en el mercado, ¿te cuesta distinguir la que le va mejor a tu organismo? Una primera selección puede ser en función de las necesidades minerales que tu médico te ayude a concretar. Después, fíjate con atención la etiqueta. ¿Qué te indica? El residuo seco, la primera clasificación de mineralización.

El residuo seco define el índice de elementos minerales recogidos tras la evaporación de un litro de agua sometido a una temperatura de 180°.
de 0 a 50 miligramos/litro: agua muy levemente mineralizada.
de 50 a 500 miligramos/litro: levemente mineralizada o con oligoelementos (Viladrau, Perrier).
de 500 a 1500 miligramos/litro: sin categorización específica, a menudo llamada agua medianamente mineralizada.
Más de 1500 miligramos/litro: agua rica en sales minerales (San Narciso).

Tipo de mineralización según la clasificación europea:
Cálcica: más de 150 miligramos/litro de calcio
Magnesiana : más de 50 miligramos/litro de magnesio
Fluorada: más de 1 miligramo/litro de flúor
Bicarbonatada: más de 600 miligramos/litro de bicarbonato
Sódica: más de 200 miligramos/litro de sodio
Sulfatada: más de 200 miligramos/litro de sulfatos







Los oligoelementos del agua


Árbol o flor, gato o pez rojo, hombre o mujer... Todos tenemos un punto en común: necesitamos sales minerales para estar en forma. Esenciales para el buen funcionamiento del organismo, los principales minerales son el calcio, el magnesio, los bicarbonatos, el potasio y los sulfatos. Todos están presentes en la mayoría de las aguas minerales.

Los estudios muestran que ciertas aguas son biodisponibles, es decir, asimilables directamente por el organismo. Los oligoelementos que se encuentran en pequeñas cantidades en los seres vivos participan en numerosas reacciones bioquímicas en el cuerpo humano. La mayoría se encuentran en la composición de las aguas minerales naturales. Sin duda, el hierro y el flúor son los más conocidos por sus acciones respectivas contra la anemia y las caries.


Los oligoelementos del agua

Flúor: Acción contra las caries.
Boro: Acción sobre la estructura ósea.
Cromo: Participa en la gestión de los glúcidos y lípidos.
Cobalto: Componente de la vitamina B12.
Cobre: Interviene en el funcionamiento de las enzimas, la síntesis de las proteínas y la formación de glóbulos rojos.
Hierro: Uno de los elementos esenciales de la hemoglobina.
Yodo: Componente de la hormonas de la glándula tiroidea.
Litio: Influencia en el equilibrio nervioso.
Manganeso: Indispensable para la acción de ciertas enzimas, mejora la glucemia.
Molibdeno: Constituyente de ciertas enzimas.
Selenio: Protección de radicales libres, neutraliza la oxidación celular.
Silicio: Actúa sobre la estructura ósea.
Estroncio: Interviene en la formación ósea.
Vanadio: Activador del crecimiento.
Zinc: Presente en numerosas enzimas, interviene en la síntesis de las proteínas.
EL DATO: Una alta concentración de sílice en el agua para consumo humano parece proteger contra el Alzheimer. 
(Fuente: American Journal of Clinical Nutrition 2005;81:897-902)





Tipos de agua


El agua encierra un secreto: el del tiempo y su paso por la tierra. El recorrido del agua en la capa subterránea puede durar decenas y centenas de años, incluso miles de años. Es el tiempo que necesita para cargarse de minerales y oligoelementos al atravesar las rocas. Para ser mineral, se necesita constancia.

Una vez que se comprueba su recorrido geológico, el agua mineral se somete a la legislación en vigencia. En España, la legislación es rigurosa puesto que, para otorgar el codiciado título de “agua mineral natural”, la ley exige que el agua posea una composición constante. Por lo tanto, su mineralidad es constante y sus efectos favorables para la salud.

Tipos de aguas envasadas
España es un país con una gran riqueza en aguas subterráneas que cuenta con numerosos y variados manantiales de los que emanan diferentes clases de agua muy recomendables y saludables para su consumo.

Aguas minerales naturales
Son aguas de origen subterráneo, protegidas contra los riesgos de contaminación, bacteriológicamente sanas y con una composición constante en minerales y otros componentes, lo que les confiere propiedades favorables para la salud.

Aguas de manantial
Son aguas de origen subterráneo que emergen espontáneamente en la superficie de la tierra o se captan mediante labores practicadas al efecto.

Aguas preparadas
Las aguas preparadas son aquellas que han sido sometidas a los tratamientos fisicoquímicos necesarios para que cumplan los mismos requisitos sanitarios que se exige a las aguas potables de consumo público.

El agua mineral
Los minerales que surgen de las rocas se vuelven invisibles en el agua. Sin embargo, permanecen en ella y mantienen todas sus propiedades. Algunas aguas llamadas minerales contienen una determinada cantidad de minerales.






La función del agua

De todas las bebidas, el agua es la que tu cuerpo prefiere. Tus células, tus tejidos, tu sangre... están principalmente compuestas por agua. Por eso, ¡tu cuerpo la necesita todos los días! El motor que funciona con agua ya existe: ¡es tu organismo!.
Entre el agua y nosotros, existen muchas afinidades: ¡del 60 por ciento al 65 por ciento del peso del cuerpo de un adulto se debe al agua que contiene! Es la prueba de cuánto necesita el organismo el agua para su buen funcionamiento. El agua, componente de la sangre en un 79 por ciento, permite el transporte de nutrientes, vitaminas, minerales y oligoelementos hacia las células. 

Mediante su evaporación (transpiración y perspiración), garantiza nuestra regulación térmica. Además, participa, mediante la formación de la orina, en la eliminación de las impurezas ayudando a los riñones en su vital trabajo de filtración.

Cada día
Eliminamos agua por perspiración (pérdida no perceptible de sudor) y transpiración, expiración de vapor de agua mediante la respiración, orinas y heces. De esta forma, al menos 3 litros de agua se pierden por día sobre los 40 a 50 litros que componen nuestro cuerpo. A este ritmo, ¿qué quedaría de nosotros si no la reemplazáramos?

Los alimentos nos permiten reemplazar 0,9 litro (de 0,5 litro a 1 litro), nuestro cuerpo produce 0,6 litro (agua endógena) mediante la combustión de grasas y glúcidos. Resta encontrar, cada día, 1,5 litros de agua. Es exactamente la cantidad que debemos beber cuando se vive en un país con clima templado. Y mucho más si hace calor y las pérdidas aumentan debido al sudor. La sensación de sed es el resultado, ante todo, de la constatación por parte de nuestras células de un déficit hídrico.
Incluso sin beber, sin comer y sin hacer ninguna actividad, perdemos de todas formas 1,2 litros de agua que es imperativo reemplazar para sobrevivir. Perdemos sobre todo aproximadamente medio litro de agua durante la noche. Por eso, es importante beber por la mañana, al despertar y antes del desayuno.

El agua en tu cuerpo
Agua absorbida:
• el agua de las bebidas (1,5 litro/día)
• el agua de los alimentos (0,9 litro/día)
• el agua producida por la combustión de los alimentos (0,6 litro/día)

Agua utilizada por el organismo:
• la saliva: alrededor de 1 litro por día
• los jugos gástricos: entre 2 y 2,5 litros
• la bilis: 0,5 litros
• los jugos pancreáticos: 0,7 litro
• secreciones intestinales: alrededor de 3 litros
• la sangre contiene alrededor de 3 a 4 litros de agua

El agua expulsada:
• respiración (0,5 litro/día)
• perspiración y transpiración: 0,9 litro
(más en caso de transpiración debido al calor)
• orina (1,5 litro/día)
• heces (0,1litro)

EL DATO: El agua bloquea la absorción del ácido oxálico (una sustancia tóxica e incolora cuyas sales se encuentran en ciertas plantas ácidas como las espinacas, el ruibarbo, los espárragos y la acedera).

Deshidratación: 
¿grave o fatal?
Nadie puede quedarse sin beber más de 2 a 5 días. La deshidratación constituye un riesgo mayor para todo el mundo, pero sobre todo para los bebés (el agua representa en promedio el 75 por ciento del cuerpo del bebé), las personas de edad avanzada y los deportistas. Una pérdida del 10 por ciento al 15 por ciento de agua del cuerpo puede ser mortal. Asimismo, son de temer otras repercusiones de la deshidratación sobre el organismo que pueden tener graves consecuencias: dolores de cabezas, pérdida de conocimiento, alteración de los reflejos al conducir…

Eliminación: un caudal para dos riñones
Permanentemente la sangre está filtrada por los riñones, que le quitan sus impurezas. Cuanto más importante es el caudal de sangre filtrada, mejor es el funcionamiento de los riñones y su trabajo de filtración. Por eso, es necesario beber. Por el contrario, un consumo insuficiente de agua puede acarrear infecciones urinarias y provocar la formación de cálculos.


MUY INTERESANTE

* Agua y crecimiento infantil: Una investigación reciente ha concluido que los niños que no pueden ingerir agua en buenas condiciones tienden a ser más bajos y a experimentar más episodios de diarrea.
(Fuente: The Lancet 2004;363:112-118)

* Tan malo es el exceso como el defecto: Beber demasiada agua es peligroso porque el organismo no puede excretar ese exceso de fluido, lo que produce un tránsito anómalo de fluidos en el organismo que puede producir una inflamación cerebral que provoca daños irreversibles al cerebro en contacto con las paredes del cráneo.
(Fuente: Military Medicine 2002; 167: 432-434)






Mitos sobre el agua en la nutrición


¿El agua adelgaza? ¿Beber agua durante las comidas engorda? Estas son preguntas frecuentes que se derivan en mitos, algunos verdaderos y otros falsos. A continuación daremos respuesta a estas cuestiones y alguna más.

El agua adelgaza FALSO


El agua no adelgaza. El agua no posee la función de quemar calorías. Es decir, el simple hecho de beber agua no adelgaza. Sin embargo sí que es cierto que en los procesos metabólicos y quemagrasas, es indispensable el agua y la sensación de saciedad ayuda a disminuir el hambre asociada a las dietas.

Beber agua en las comidas engorda FALSO

El agua no engorda. El agua no contiene calorías, independientemente del momento en que se tome. Por lo tanto el agua no engorda. Sin embargo cumple funciones esenciales en el organismo. A veces se ha dicho que el agua no engorda si la bebes antes o después de comer, pero sin embargo si el agua se bebe durante la comida engorda. Pues bien, eso no es cierto.

Es malo beber agua en las comidas FALSO

Es aconsejable beber 1 o 2 vasos durante la comida. Beber agua durante la comida nos ayuda a apreciar mejor el sabor de los alimentos, ya que limpia las papilas gustativas permitiéndonos disfrutar plenamente de todos los sabores. El agua además ayuda al proceso digestivo permitiendo no sólo la disolución de los distintos nutrientes contenidos en los alimentos, sino también la digestión de los mismos.

El agua tiene efecto saciante VERDADERO

Beber un agua antes o durante la comida nos ayuda a saciar el apetito. Al aumentar el volumen en el estómago, la sensación de saciedad hace que nos sintamos más satisfechos después de comer, aunque la comida haya sido ligera.

El agua ayuda a eliminar líquido VERDADERO

Al beber mucha agua ayudamos a nuestro sistema de eliminación a trabajar de forma más eficaz. Los riñones aumentan el filtrado de forma que se eliminan más residuos junto con el agua ingerida. El cuerpo cuando ingerimos poca agua tiende a retenerla, sin embargo al tomar el agua adecuada, alrededor de 1.5L, lo que hace es eliminar las cantidades superfluas ayudando a eliminar lo que el cuerpo no necesita.
TRUCO
Cómo beber 1,5L o 2L diarios.
Primero de todo hay que escoger un agua que nos sea agradable al paladar, como el agua mineral natural. Una buena estrategia es aprovechar cada toma de alimentos: desayuno, comida, merienda y cena para tomar un vaso de agua. Si al levantarnos y acostarnos tomamos otros 2, ya tenemos los vasos necesarios que se complementarán tomando alimentos ricos en agua, como frutas y verduras.

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