10 CONSEJOS QUE TE AYUDARAN AL BAÑAR A UNA PERSONA CON ALZHÉIMER


Una de las tareas que más mimo exige por parte del cuidador de una persona con alzhéimer es el baño. Resistencia a entrar en la bañera, gritos e incluso agresividad pueden ser algunas de las reacciones de la persona a la hora del aseo, una actividad que suele provocar confusión, miedo y rechazo. ¿A qué se debe esto? Hay varias razones que lo explican. Para empezar, puede ser que la persona no recuerde para qué sirve el aseo personal, y las incomodidades del baño diario, como por ejemplo el frío inicial, le resulten desagradables; otras veces puede no reconocer en qué consiste la actividad mostrando temor hacia aquello que desconoce. Por no hablar de la falta de interés por su propio aspecto físico.

Para enfrentarte al momento del baño, lo primero que debes saber es que necesitas enmarcar la actividad del aseo dentro de la rutina. También es aconsejable que lo realices siempre a la misma hora o en los mismos momentos de la semana.

Durante el baño

Una vez inmerso en la actividad, conviene que tengas en cuenta una serie de recomendaciones:

1. Acompaña en todo momento a la persona. Indícale con instrucciones breves y claras qué vais a hacer. Si ella sabe hacer alguna de las acciones del baño por sí misma (enjabonarse, cerrar el grifo…), permíteselo y elógiala por ello.

2. Es muy posible que no pueda distinguir entre el agua caliente y fría.Por eso, es importantísimo que tú compruebes que el agua sale a una temperatura adecuada y que la presión no es muy fuerte. 

3. Debes tener en cuenta en todo momento la dignidad de la persona.Tápala con una toalla grande al quitarle la ropa, de forma que se sienta lo menos vulnerable posible. Lo ideal es que se ocupe de la asistencia en el baño alguien del mismo sexo. 

4. Asegúrate de que las zonas genitales quedan bien limpias, sobre todo si hay incontinencia. También es importante limpiar debajo de los senos y en las dobleces de la piel. 

5. Ten especial cuidado con el lavado del pelo. Ayúdate con una toalla para evitar que la espuma y el agua le caigan en la cara. Si te resulta una odisea el baño completo, la cabeza puede ser una acción a realizar específicamente otro día y en el lavabo. Probablemente así le resulte menos desagradable.

6. Ten previstos momentos de agitación. Puedes tener listo un equipo de música para poner alguna canción suave e intentar cantar juntos para que se tranquilice.

7.  Si tienes varios espejos en el baño, que no te extrañe que con el reflejo de unos sobre otros piense que hay algún intruso. Se trata de una situación muy especial, pero puede darse. Para evitar conflictos, trata de tapar uno de ellos.

Después del baño

8. Comprueba el estado de la piel y las uñas. Controla las zonas que pueden estar enrojecidas e irritadas, especialmente el área genital y las zonas de apoyo (en el caso de que la persona pase mucho tiempo sentada). Seca e hidrata bien la piel.

9. Procura que esté sentada a la hora de secarle; estará más tranquila. Hazlo dando palmaditas sobre la piel en lugar de frotando. Si puede ponerse las prendas, dáselas en orden, una a una e indicando su nombre y dónde se ponen. 

10. Asegúrate de haber secado bien la zona que hay entre los dedos de los pies y usa talco en los pliegues de la piel.

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