INFLAMACIÓN DE LOS GANGLIOS LINFÁTICOS
Una inflamación de los ganglios linfáticos puede deberse a muchas causas desde infecciones sin importancia hasta enfermedades graves.
Los ganglios linfáticos actúan como filtros del líquido tisular (linfa).
El sistema linfático recorre, al igual que los vasos sanguíneos, el cuerpo y sirve para defender al sistema inmunitario de los agentes patógenos.
Las células linfáticas (linfocitos) forman parte de los glóbulos blancos.
Los ganglios linfáticos se encuentran repartidos por todo el cuerpo: en el cuello, en la ingle, en las axilas y en los órganos internos.
Los ganglios linfáticos tienen diferente forma y tamaño.
Debajo de la mandíbula son planos, en forma de judía y de alrededor de un centímetro de grande, los ganglios en la nuca son de alrededor de 0,5 centímetros y con forma de lenteja y los ganglios en la ingle son alargados y de alrededor de 1,5 centímetros.
Los ganglios inflamados pueden aparecer en determinadas enfermedades como infecciones, inflamación es así como en tumores malignos y benignos.
Una inflamación de los ganglios linfáticos puede aparecer en una infección local (por ejemplo, ganglios hinchados en el cuello por una faringitis) o sistémica (que afecta a todo el cuerpo) en una enfermedad como el cáncer linfático.
Causas
En una inflamación de los ganglios linfáticos las causas son, en su mayoría, inofensivas.
A menudo, los ganglios hinchados son causa de infecciones bacterianas y virales como un resfriado o una gripe.
Aunque también las enfermedades tumorales pueden ocasionar linfomas, tanto neoplasmas benignos (no cancerígenos) como malignos (linfomas malignos, cáncer linfático).
En caso de inflamación de los ganglios linfáticos, entran en consideración las causas siguientes:
*Infecciones e inflamaciones generales (como resfriado o amigdalitis) *Infecciones bacterianas específicas (como sífilis, tuberculosis o salmonelosis)
*Infecciones víricas (cómo citomegalovirus, mononucleosis, rubeola, sarampión o infección por VIH)
*Infecciones por otros patógenos (como toxoplasmosis, malaria o leismaniosis)
*Enfermedades reumáticas (como artritis reumatoide o lupus erimatoso sistémico)
*Enfermedades autoinmunes (como sarcoidosis, síndrome de Kawasaki, artritis reumatoide o lupus)
*Linfomas malignos (como enfermedad de Hodgkin, linfoma no Hodgkin o leucemia)
*Las denominadas enfermedades por almacenamiento de lípidos (como la enfermedad de Gaucher)
*Inflamación de los ganglios linfáticos debida a medicamentos (como perclorato, hidantoína, alopurinol, atenolol, captopril o cotrimoxazol)
*Otras como la amiloidosis o la fiebre mediterránea familiar
Diagnóstico
En una inflamación de los ganglios linfáticos es importante el diagnóstico correcto y el inicio de un tratamiento apropiado.
El médico analizará, para ello, el estado general de salud del paciente, su historia médica previa, las posibles molestias secundarias así como la localización de los ganglios inflamados.
En la conversación, el médico preguntará, por ejemplo:
¿Existe alguna infección, como un resfriado o una amigdalitis?
¿La inflamación afecta a uno o varios ganglios?
¿Dónde se encuentra la inflamación?
¿Cuándo notaste la inflamación?
¿Existen enfermedades anteriores?
¿Tomas medicamentos?
¿Has estado hace poco de viaje?
¿Has perdido peso?
Además de una exploración física general, es preciso efectuar un rastreo completo de todas las áreas ganglionares con el fin de clasificar la adenopatía como localizada o generalizada.
Si se trata de una adenopatía localizada, se realizará un examen concienzudo de la zona anatómica drenada por ese grupo de ganglios linfáticos, buscando heridas en las extremidades, picaduras de insectos, hongos, inflamación o lesiones en la piel.
Las características de los ganglios que hay que tener en cuenta incluyen tamaño, consistencia, adhesión a planos profundos y presencia o ausencia de dolor.
tamaño entre las características físicas del ganglio, el tamaño es la que más información aporta para orientar el diagnóstico hacia enfermedad benigna o maligna.
Los ganglios menores de 1 cm de diámetro se consideran normales (en la ingle miden hasta 1,5 cm).
La presencia de un ganglio encima de la clavícula, cualquiera que sea su tamaño, incluso en niños, debe considerarse siempre patológico y ser derivado para estudio, ya que el porcentaje de malignidad en esta localización es muy elevado.
Cuando el tamaño es superior a 4 cm debe remitirse al paciente de inmediato para la realización de una biopsia.
Consistencia
Los ganglios con consistencia blanda suelen ser de causa infecciosa, aquellos con consistencia firme son típicos de linfomas y los duros son característicos de las metástasis de cáncer.
Movilidad
Los ganglios linfáticos infiltrados por linfomas o los de origen infeccioso suelen ser móviles mientras que los metastásicos suelen ser fijos al estar adheridos a planos profundos.
Dolor
La adenomatía dolorosa generalmente indica un proceso infeccioso subyacente que provoca distensión rápida de la cápsula.
Más raramente es debido anecrosis en un ganglio metastásico.
Los ganglios de causa metastásica no suelen ser dolorosas.
Sin embargo, el dolor no es un buen criterio discriminatorio entre benignidad y malignidad.
Localización
La exploración minuciosa del área ganglionar afectada puede dar pistas importantes para llegar al diagnóstico.
Por ello, es imprescindible el conocimiento de las áreas anatómicas drenadas por cada área ganglionar: Cabeza, por delante y detrás de las orejas: drenan el territorio del cuero cabelludo y la nuca.
Raramente son malignas.
Cuello: las adenopatías en esta localización son las más frecuentes.
Producidas sobre todo por infecciones de boca y cuello.
Con menor frecuencia por cáncer de estructuras de cara, cuello, pulmón y mama.
También los linfomas aparecen con frecuencia en esta localización.
Supraclaviculares (encima de la clavícula) son siempre patológicos.
El ganglio supraclavicular izquierdo(ganglio de Virchow) es infiltrado por cáncer metastático procedente de un cáncer origen digestivo, testicular, ovárico o renal.
Los ganglios supraclaviculares derechos se relacionan con metástasis de cáncer de mediastino, pulmón, esófago o riñón.
Axilares: infecciones de la extremidad superior, cáncer de mamay linfoma Hodgkin y no Hodgkin (generalmente no es la primera zona afectada, pero sí puede ser la primera en ser localizada).
Inguinal: debida generalmente a una enfermedad de transmisión sexual, o a infección de miembro inferior.
También pueden infiltrarse por linfomas (raramente es la primera manifestación) y metástasis de tumores de colon y genitales.
Esplenomegalia (inflamación del bazo):
la esplenomegalia aparece en muchos procesos que cursan con adenopatías.
Su presencia dirige el diagnóstico hacia una enfermedad sistémica, como mononucleosis infecciosa, linfoma, leucemia, sarcoidosis, toxoplasmosis y enfermedades de la sangre menos frecuentes.
A continuación, el médico comprobará si otros ganglios del cuerpo están inflamados.
Como existen algunas enfermedades linfáticas en las que el bazo aumenta de tamaño, llegado el caso, palpará el órgano en la región izquierda del epigastrio.
Además, en una inflamación de los ganglios linfáticos se toma la temperatura corporal y se saca sangre.
Dependiendo de las supuestas causas de la inflamación de los ganglios linfáticos, el diagnóstico se garantizará con otros exámenes.
Entre otros encontramos:
Ecografía (sonografía) Análisis de sangre especial (como un cuadro hemático diferencial, albúmina en la sangre, análisis inmunológico)Biopsia (toma de muestra de tejido de los ganglios linfáticos)
Reconocimiento radios cómico Tomografía computarizada y tomografía por resonancia magnética
Tratamiento
En la inflamación de los ganglios linfáticos, el tratamiento se elige según la causa subyacente.
Si los ganglios linfáticos están inflamados, por ejemplo, debido a una infección o inflamación local, la inflamación disminuirá sola cuando la infección desaparezca.
En caso de infecciones bacterianas, llegado el caso, serán necesarios antibióticos.
Las infecciones provocadas por virus como el de la mononucleosis infecciosa y el sarampión solo se tratan, por lo general, sintomáticamente.
Para algunas enfermedades víricas se disponen de los denominados antivirales.