BEBIDAS ENERGÉTICAS
El efecto estimulante de las bebidas energéticas es breve y precede a otros efectos.
Los efectos de las bebidas energéticas en el organismo pueden prolongarse hasta varios días sin que el consumidor sea consciente de ello.
Por ejemplo, diez minutos después de su consumo, una lata de 250 ml que contenga 80 ml de cafeina y 27,5 g de azúcar aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
La cafeína en sangre alcanza su nivel máximo al cabo de 45 minutos potenciando la capacidad de concentración.
A partir de ese momento, el organismo empieza a asimilar toda la cafeína y el hígado libera más azúcar a la sangre.
Una hora después disminuyen los efectos del azúcar y de la cafeína en el organismo provocando una reducción de la energía y un aumento del cansancio.
Doce horas después, el organismo ya ha eliminado toda la cafeína.
A continuación aparecen los primeros síntomas del síndrome de abstinencia en personas que consumen regularmente estas bebidas, tal y como explica la web británica Personalice.co.uk.com, basada en datos del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) y de la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).
Además, el consumo de bebidas energéticas ha aumentado entre los jóvenes quienes suelen mezclarlas con alcohol, lo cual incrementa los riesgos.
Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, los adultos no deben tomar más de 300 ml diarios.
El abuso de la cafeína puede provocar irritación, ansiedad, insomnio, ardor de estómago e hipertensión.
