COSMÉTICA NATURAL ECOLÓGICA
En Estados Unidos, Canadá y muchos países de Europa la cosmética ecológica es una realidad desde hace tiempo.
En España se trata de un sector en crecimiento que empieza a ser descubierto por los consumidores, tanto a través de marcas consolidadas en el mercado internacional, como de marcas españolas.
Falsa cosmética Ecológica
Sin embargo, existe mucha confusión sobre lo que es y lo que no es cosmética ecológica.
En ocasiones se utilizan los términos “natural”, “biológico”, “ecológico”, “orgánico”, “verde” etc., simplemente como parte de una estrategia de marketing.
Por eso es importante saber qué es exactamente la cosmética natural ecológica y en qué se diferencia del resto.
Se entiende por Cosmética natural aquella que utiliza como principio activo un ingrediente de origen vegetal, como por ejemplo el aceite de almendras.
Sin embargo, esto no quiere decir que no contengan ingredientes sintéticos, como los parabenes (conservantes) y otros derivados del petróleo o colorantes y perfumes artificiales.
Pongamos un ejemplo: una crema de manos de aloe vera puede decir en su embalaje que es un producto natural (ya que el aloe vera es una planta), pero sin embargo utilizar decenas de químicos en su formulación.
Además, en la cosmética natural ecológica la mayoría o todos sus ingredientes provienen de cultivos ecológicos, es decir, de terrenos donde no se usan ni pesticidas, ni abonos sintéticos etc.
Este dato debe venir indicado en porcentajes en los envases.
Requisitos de la cosmética natural ecológica
A diferencia de la cosmética sólo natural, la cosmética natural ecológica (o biológica, u orgánica) utiliza un número muy restringido de ingredientes sintéticos muy suaves.
Estos ingredientes se utilizan en una proporción pequeña en algunos productos, mientras que en otros se descartan completamente.
Además, la cosmética natural ecológica no utiliza materias primas de origen animal, a excepción de las que se obtienen de los animales vivos como la miel o la leche.
Y como resulta lógico por tanto, entre los principios para su elaboración se encuentra el rechazo a las pruebas con animales.
También es importante que la tecnología utilizada para la fabricación de los cosméticos sea respetuosa con el medio ambiente y socialmente responsable.
Como en el caso de la alimentación ecológica, los envases deben ser reciclables y el factor local es determinante.
Para confirmar la verdadera producción ecológica del cosmético, existen varias etiquetas y certificados oficiales: Ecocert y Cosmebio (Francia), Soil Association (Reino Unido), BDIH (Alemania), Natrue...
Aunque cada uno tiene sus criterios, estos sellos son una garantía de calidad para el consumidor.
Actualmente se está trabajando en un proyecto internacional que reúna los certificados en uno sólo.
Los cosméticos ecológicos son una muy buena elección ya que, al usar exclusivamente ingredientes naturales, son asimilados mejor por nuestra piel.
Además, son especialmente indicados para la gente con pieles sensibles o alergias.
Por eso, si cambiamos poco a poco nuestro consumo de cremas, jabones y maquillaje por otros ecológicos, estaremos reduciendo nuestra exposición a tóxicos de forma considerable.