PRUEBAS DE FUNCIÓN RESPIRATORIA

Pruebas de función respiratoria

La exploración funcional respiratoria abarca una amplia gama de pruebas que valoran la función respiratoria y que van desde pruebas muy sencillas que miden los flujos respiratorios en una única espiración (espirometría forzada) a pruebas muy sofisticadas que se utilizan para evaluar la mecánica ventilatoria y el intercambio gaseoso.

Estas pruebas están indicadas para: la valoración inicial de los pacientes con disnea; valoración inicial de los pacientes con cualquier enfermedad respiratoria; seguimiento de los pacientes con procesos respiratorios crónicos; valoración preoperatoria de enfermos con riesgo de complicaciones respiratorias; despistaje de afectación respiratoria en sujetos asintomáticos.

Dado la amplitud así como la complejidad de estas pruebas, sólo se van a describir las que con más frecuencia se utilizan en la práctica clínica diaria.

Espirometría

1. ¿Qué es una Espirometría?

Se conoce como espirometría la determinación, mediante un espirómetro o un neumotacógrafo, de los volúmenes pulmonares (espirometría simple) y la rapidez con que estos pueden ser movilizados (flujos respiratorios)(espirometría forzada).

Existen dos tipos de espirometrías: simple y forzada. La espirometría forzada proporciona información de mayor relevancia clínica, mientras que la espirometría simple complementa a la primera. Ambas pruebas se hacen de forma consecutiva.

En la espirometría simple se solicita al paciente que tras una inspiración máxima, expulse todo el volumen de aire que sea capaz, utilizando para ello todo el tiempo que necesite de ahí el nombre de espirometría simple o no forzada. Por el contrario, la espirometría forzada implica solicitar al paciente la expulsión de todo el aire que contenga en sus pulmones tras una inspiración profunda en el menor tiempo posible (forzada). La información que se obtiene de cada una de estas técnicas es diferente.

2. ¿Cómo se realiza una espirometría?

El paciente debe haber suspendido previamente la medicación broncodilatadora y habitualmente se pide que permanezca en ayunas.

Para realizar la espirometría el paciente simplemente tiene que seguir las instrucciones del técnico e intentar colaborar lo mejor posible sin ponerse nervioso.

En primer lugar el paciente debe sentarse en una silla en la postura correcta, verticalmente y con los pies firmemente asentados sobre el suelo, se le hace respirar a través de la boquilla del espirómetro, manteniendo bien cerrados los labios alrededor de la misma, el paciente debe llevar unas pinzas nasales para que el aire no se coja ni se escape por la nariz. Una vez cómodamente sentado se solicita al paciente que realice una inspiración máxima y que a continuación expulse por completo el aire de sus pulmones utilizando todo el tiempo que necesite, el registro que se obtiene mediante esta maniobra es el de una espirometría simple.

Finalizada la espirometría simple se realizan las maniobras de la espirometría forzada, es la misma técnica sólo que en este caso tras la inspiración profunda se solicita al paciente que expulse el aire lo más rápidamente que pueda y hasta donde pueda.

Se deben realizar al menos tres maniobras que sean reproducibles (con valores muy similares) y la mejor de las tres es la que se considera en la evaluación del paciente.

Las mediciones espirométricas son dependientes del esfuerzo; por tanto es absolutamente esencial animar al paciente para conseguir determinaciones válidas.

3. ¿Qué mide una espirometría?

Los parámetros más utilizados de una espirometría forzada son:

Capacidad vital forzada (FVC); que es la cantidad de aire expulsada enérgicamente tras un esfuerzo inspiratorio máximo.

Volumen espiratorio forzado en el primero segundo 1 segundo (FEV1); que es la cantidad de aire expulsada enérgicamente en el primer segundo.

La velocidad máxima del flujo mesoespiratorio (FEF 25-75); que es la velocidad del flujo aéreo durante la mitad media de la prueba de la FVC (es decir, el 25-75% de la FVC).

A continuación las mediciones espirométricas se comparan con los valores previsibles para la talla, la edad y el sexo. La mayoría de los espirómetros proporcionan ya de forma automática en % las diferencias entre los valores reales del paciente y los teóricos que le corresponden.

En la espirometría simple los parámetros más útiles son:

Capacidad Vital; que es el volumen de aire que se elimina lentamente de los pulmones en una espiración máxima

Capacidad Residual Funcional; que es el volumen de gas que permanece en los pulmones después de una espiración normal, no forzada.

Capacidad Pulmonar Total; que es el total de aire que se encuentra en los pulmones incluyendo el que no se puede eliminar.

Estos valores se consideran normales cuando son de un 80% o más del valor que tendría una persona sana.

4. ¿Para qué sirve una espirometría forzada?

Es una exploración imprescindible y fundamental para la confirmación del diagnóstico de EPOC, así como para valorar la intensidad de la enfermedad. Se utiliza por tanto, para orientar el pronóstico y el tratamiento del paciente con EPOC. Además en las sucesivas revisiones es útil para comprobar la evolución de la enfermedad.

Por otro lado, antes de la cirugía torácica o abdominal de un paciente con EPOC ya diagnosticada se debe realizar una espirometría para valorar el riesgo de la anestesia y la operación del paciente y ajustar la medicación si fuese necesario.

5. ¿Qué condiciones se deben cumplir para realizar la espirometría forzada?

La espirometría forzada se ha de realizarla siempre por un técnico cualificado, ya sea personal médico o de enfermería, lo cual significa una preparación específica.

El paciente debe cumplir una serie de condiciones:

No debe fumar en las 24 horas previas a la realización de la prueba.

Evitará la ingesta de estimulantes del sistema nervioso central como el café o el té, y/o depresores del mismo, como el alcohol o determinados medicamentos como los tranquilizantes o los utilizados para poder dormir (hipnóticos).

Suprimirá el uso de ciertos aerosoles utilizados precisamente para modificar el tamaño de los bronquios (salbutamol y demás fármacos de la familia), como mínimo 6 horas antes de la prueba, y las teofilinas (unos comprimidos que frecuentemente toman los enfermos respiratorios crónicos) un mínimo de 12 a 24 horas antes. Si se tiene duda sobre el uso de cualquier medicamento previo a la realización de la espirometría, lo mejor es que se consulte con el especialista.

Ha de indicar siempre la posible eventualidad de una alergia medicamentosa, debe avisar si está tomando anticoagulantes orales o si padece de alguna enfermedad infecto-contagiosa.

6. ¿Tiene riesgos?

En muy raras ocasiones la espirometría se complica. La espirometría es un procedimiento sin riesgos, pero en ocasiones pueden aparecer reacciones adversas, por lo que antes de hacerse esta prueba han de valorarse adecuadamente los potenciales riesgos y beneficios.

La espirometría forzada no se debe realizar nunca en las siguientes situaciones:

Expulsión de sangre con la tos (hemoptisis) de origen desconocido.

Neumotórax.

Inestabilidad hemodinámica (difícil control de la tensión arterial), angina de pecho o infarto reciente, u oclusión de una arteria pulmonar con un coágulo de sangre (tromboembolismo pulmonar).

Dilataciones anormales de las arterias (aneurismas) torácicas, abdominales o cerebrales.

Cirugía ocular reciente (por ejemplo: cataratas) o desprendimiento de retina.

Presencia de una enfermedad aguda que pueda interferir con la correcta realización de las maniobras (por ejemplo: náuseas, vómitos).

Cirugía torácica o abdominal reciente.

7.Consejos para el paciente

Es importante que el paciente no se asuste ni se ponga nervioso cuando el técnico que realiza la prueba grita o incluso da un zapatazo en el suelo o un golpe a la mesa, se ha demostrado que con ello se estimula al paciente al eliminar el aire de forma brusca o para que haga correctamente la maniobra de esfuerzo.

Pletismografía corporal

1. ¿Qué es la pletismografía corporal?

La espirometría es la prueba modelo para medir los volúmenes pulmonares; sin embargo, es incapaz de ofrecer información sobre el volumen residual, la capacidad funcional residual, y la capacidad pulmonar total. La prueba más utilizada  para obtener información sobre estos volúmenes es la pletismografía corporal.  Es una prueba compleja que permite conocer el residual, es decir, el volumen que queda en el pulmón después de expulsar todo el aire que se puede. Conocer el valor del volumen residual, la capacidad pulmonar total y la capacidad residual funcional es importante para el diagnóstico de algunas enfermedades respiratorias.

El sistema de pletismografía corporal se realiza introduciendo al sujeto dentro de una cabina diseñada para tal fin, allí se pueden realizar dos mediciones principalmente: El volumen del gas intratorácico y la resistencia de la vía aérea.

2. ¿Cómo se realiza una pletismografía corporal?

Para realizar la pletismografía, se pide al paciente que permanezca sentado en el interior de una cabina herméticamente cerrada. Una vez instalado, se les solicita que respiren por la boca a través de una boquilla y con una pinza en la nariz, realizando una maniobra de "jadeo" tranquilo para que el sujeto se adapte correctamente a la boquilla del pletismógrafo, entonces cada cierto tiempo el explorador cierra durante unos segundos la entrada de aire al sistema y el  sujeto hace esfuerzos respiratorios para vencer el obstáculo. Cuando la válvula se reabre el sujeto realiza inmediatamente una espiración forzada seguida de una inspiración forzada hasta capacidad pulmonar total y de nuevo una maniobra espiratoria forzada para después respirar tranquilamente y así terminar la prueba.

Gracias esta maniobra, se producen cambios de presión y volumen en la cabina que permiten calcular los parámetros mencionados.

En todo momento el explorador ira explicando al paciente en voz alta y tono firme como debe respirar.

Las condiciones que debe se deben cumplir para realizar una pletismografía son similares a las mencionadas para la espirometría forzada.

Transferencia de monóxido de carbono (DLCO) o test de difución

Es una prueba muy utilizada en el laboratorio de pruebas funcionales respiratorias y se realiza cuando se quieres determinar es el intercambio pulmonar de gases, es decir, si llega a la sangre arterial la cantidad apropiada de oxígeno y se elimina correctamente de la sangre venosa, el dióxido de carbono producido por el metabolismo celular.

En este caso se solicita al paciente que coja aire (mezcla de oxígeno, monóxido de carbono y helio) a través de una boquilla, una vez realizada la inspiración se le pide que contenga el aire en el pulmón durante 10 segundos y posteriormente que lo expulse. 

Las condiciones que deben cumplirse para realizar la prueba son las mismas que para las anteriores.

Otras pruebas funcionales

El estudio funcional respiratorio incluye otras pruebas que por su complejidad o porque no se utilizan con tanta frecuencia no se han descrito en este tema.

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