PLOMO EN BARRA DE LABIOS
Es ampliamente conocido que una mujer, desde temprana edad, utiliza lápiz labial para una fiesta de cumpleaños o una salida… Con el pasar de los años y la inserción en el mundo laboral el uso de maquillaje se hace más frecuente y los retoques se repiten unas cuantas veces por día.
Más de la mitad de las barras de labios de 33 marcas conocidas, entre las que se encuentran Cover Girl, L’Oreal y Christian Dior, Peacekeeper, contienen plomo, según un estudio llevado a cabo por la organización de consumidores Campaign for safe cosmetics, una coalición de organizaciones en pro de la salud y el medioambiente, formada por mujeres, organizaciones de salud pública, grupos medioambientales y derechos de los consumidores, dedicada a defender la eliminación de químicos de los cosméticos. Conociendo esta realidad que viven millones de mujeres en todo el mundo, una organización norteamericana llevó a cabo una operación llamada “Campaña para cosméticos seguros (Campaign for safe cosmetics)”. En el informe publicado detallan los resultados de su investigación sobre lápices labiales: más de la mitad contienen trazas de plomo.
El estudio fue llevado a cabo en el 2007, un organismo federal encontró restos de plomo en 400 lápices labiales de diferentes marcas líderes del mercado. Aseguran que en tres años se ha duplicado la cantidad de este peligroso metal en productos cosméticos.
El estudio, difundido por el grupo, señala que un 61 por ciento tenían niveles de entre 0.3 y 0.65 partes por millón (ppm, cantidad de materia contenida en una parte sobre un total de un millón de partes) de plomo en los mismos.
Una de las marcas analizadas, Maybelline, presentó 7.19 partes por millón de plomo (ppm), y L´Oreal, 7 ppm. Varias otras marcas le siguen, con productos que rondan entre 4 y 5 partes por millón. El promedio de concentración de plomo hallado en 400 lápices labiales fue de 1,11 partes por millón.
Esos índices son mucho más altos que los que la Administración de Drogas, Almientos y Tecnología (FDA, por sus siglas en inglés) encontró en la primera prueba de lápices labiales hace tres años, cuando analizó 20 lápices labiales y encontró plomo en todos, pero ninguno por encima de 3,06 partes por millón.
La FDA comenzó a analizar el plomo en lápices de labios en respuesta a la presión del grupo Campaña de Cosméticos Seguros, que en 2007 analizó 33 lapices labiales y encontró plomo en muchos de ellos. Ellos exigen que la FDA ponga un límite de plomo en los labiales, pero la entidad, hasta ahora, se negaba a hacerlo.
En una carta a la FDA, la Campaña para Cosméticos Seguros replicó “el plomo aumenta en el cuerpo a lo largo del tiempo, y la cantidad de plomo contenido en el labial aplicado diariamente y varias veces al día, puede significar un importante nivel de exposición. Es una preocupación para millones de personas, especialmente aquéllas en edad fértil”, dijo el grupo.
Peligro de intoxicación
Citando al reporte reciente de los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC), que afirma que ninguna cantidad de plomo es segura para los niños, el grupo presionó a la FDA otra vez para poner un límite máximo permitido de plomo en los cosméticos”.
Asimismo, el grupo inició un concurso de vídeo para los consumidores, instando a que las empresas fabricantes de cosméticos liberen a sus productos de plomo.
Respecto de la cantidad presente de plomo en lápices labiales, el salto de un máximo de 3,06 partículas por millón a 7,19 en tan sólo 3 años es asombrosa: la mayoría de los consumidores preferiría ver que esas cifras disminuyen, en lugar de que se dupliquen.
La FDA se encuentra ahora abocada a determinar el límite máximo de contenido de plomo en los cosméticos.
¿Por qué el plomo es nocivo?
El plomo es un metal suave, de color azul-grisáceo que se extrae de la corteza terrestre y que se utilizó durante mucho tiempo en la industria, principalmente en pinturas y gasolina. Este metal no se degrada con el paso del tiempo.
La Agencia para Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades (ATSDR) de Estados Unidos estima que la presencia de plomo puede provocar efectos tóxicos, independientemente de cuál sea la vía de exposición. Y especifica que la toxicidad del plomo puede afectar a cualquier sistema del cuerpo, aunque el sistema nervioso es el más sensible a la exposición a este metal.
La exposición al plomo puede provocar problemas en el aprendizaje y el lenguaje, así como trastornos de conducta y agresión. Las mujeres embarazadas y niños pequeños son más vulnerables a este tipo de efectos.
En los adultos el plomo se va al sistema nervioso central y ocasiona problemas en los nervios periféricos de tipo neuritis, ciáticas, convulsiones cerebrales, trastornos convulsivos, entre otros.
El plomo y la fertilidad
A nivel molecular, la toxicidad involucra procesos bioquímicos fundamentales. Entre ellos, el plomo tiene la habilidad de inhibir o mimetizar las acciones del calcio e interactuar con ciertas proteínas.
A largo plazo, el plomo puede causar esterilidad, abortos espontáneos y algunas manchas grisáceas en la piel. Esto se ve facilitado porque la semi-mucosa que compone los labios tiene una absorción mayor que la piel común del resto del cuerpo.
Una cuestión de estado
Ese mismo informe generó polémica en relación a los organismos estatales y también individuos particulares.
La Administración Federal de Fármacos y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés) no establece límites para el contenido del plomo en la pintura de labios porque no tiene competencia para intervenir en regulaciones sobre cosméticos aunque sí sobre alimentos. A modo de ejemplo, sitúa el límite de lo permitido en los caramelos, de un 0,1 ppm.
El periodista de investigación norteamericano Mark Schapiro en una publicación llamada “Expuestos: la toxicidad de los productos cotidianos y cómo se pone en juego el poderío estadounidense”, dijo lo siguiente: “Ni el esmalte de uñas, ni la sombra de ojos, ni el champú… esencialmente, los productos de cuidado personal, nada de eso está regulado por la FDA porque esta no tiene el poder para regularlos”.
Schapiro realizó una crítica severa a los organismos de control norteamericanos y la dificultad para obtener detalles de las toxinas. “Sólo sé qué tipo de materiales contienen los cosméticos, no porque la FDA nos haya informado, sino porque la Unión Europea ha tomado medidas para prohibir esas sustancias y ha divulgado una lista”, agregó.
Estos informes llamaron la atención de algunos legisladores en Washington. John Kerry de Massachustts, Barbara Boxer y Dianne Feinstein de California pidieron en esa oportunidad que la comisión del Dr. Andrew C. von Eschenbach del FDA investigue los productos del lápiz labial que contenían niveles del plomo sobre el límite legal.
De acuerdo con los senadores, la campaña destaca una “carencia de cuidado”, ya que los consumidores están injiriendo directo el plomo cada vez que usan uno de estos productos del lápiz labial. “Es hora que el FDA comience a tomar esta responsabilidad más seriamente, agregó el ex candidato a presidente de los Estados Unidos.

Consecuencias para la salud
Aunque este artículo haya advertido que el uso reiterado de esta sustancia en la piel pueda provocar cáncer, no hay evidencias que así lo demuestren. Sin embargo, las consecuencias para la salud son numerosas. El Doctor Fabián Tuysuz, médico dermatólogo, sostiene que “el principal problema que tiene el plomo es que no se metaboliza en el organismo, no se absorbe, con lo cual permanece en el cuerpo por mucho tiempo”.
En el corto plazo, pueden manifestarse eczemas en los labios: “Aunque se trate de algo nocivo, en el largo plazo es beneficioso ya que, al observar esta reacción, la mujer deja de usar el producto”, afirma el especialista.
El tema es que esto no ocurre en todas las mujeres y, como la mayoría desconoce la existencia de esta sustancia en los lápices labiales, lo utilizan diariamente.
En el largo plazo, el plomo puede causar esterilidad, abortos espontáneos y algunas manchas grisáceas en la piel. Esto se ve facilitado porque la semi-mucosa que compone los labios tiene una absorción mayor que la piel común del resto del cuerpo.
Tuysuz Gálvez agrega: “El problema es que no se sabe cuánto plomo se acumula en el cuerpo a lo largo de los años”.
Asimismo, hay que considerar otros posibles damnificados. Algunos niños utilizan estos productos para pintarse en sus juegos o también absorben esta sustancia cuando sus madres los besan, así como los novios y esposos reciben continuamente besos envenenados.
El plomo puede causar varios efectos no deseados, como son:
Perturbación de la biosíntesis de hemoglobina y anemia.
Incremento de la presión sanguínea.
Daño a los riñones.
Aborto espontáneo
Perturbación del sistema nervioso.
Daño al cerebro
Distintos tipos de cáncer.
Disminución de la fertilidad del hombre a través del daño en el esperma.
Disminución de las habilidades de aprendizaje de los niños.
Perturbación en el comportamiento de los niños, como es agresión, comportamiento impulsivo e hipersensibilidad.
Alteraciones graves en la propiocepción, equilibriocepción, nocicepción y electrocepción, magnetocepción, ecolocalización en ciertos animales.9
La formación de depositos plúmbicos en las encias que forman una línea de color gris claro azulado llamada “la línea del plomo” o “la línea de Burton”.10
El plomo puede entrar en el feto a través de la placenta de la madre. Debido a esto puede causar serios daños al sistema nervioso y al cerebro de los niños por nacer.
Dato curioso que hace referencia a los efectos del plomo en las diversas formas de contaminación existente, no solo por los cosméticos.
Estudios sobre la conducta
Un estudio realizado en mayo de 2000 por el consultor económico Rick Nevin demostró que de un 65% a 90% de los crímenes violentos realizados en Estados Unidos tienen como causa la exposición al plomo. En el 2007, Nevin demostró, en un nuevo estudio, que la exposición al plomo (tomando el nivel en sangre de plomo) por parte de un 60% de los niños y adolescentes conlleva un bajo nivel de coeficiente intelectual, carácter agresivo y antisocial con tendencia a lo criminal.
Esmaltes peligrosos
La Asociación de Consumidores Orgánicos (Organic Consumers Association) sostiene que el nivel de phthalates -un químico común en algunos cosméticos como los esmaltes de uñas y productos para el cabello- en ciertos cosméticos estaría produciendo problemas hormonales en niñas púberes y podría estar contribuyendo al aumento de enfermedades uterinas, cáncer de testículos y problemas de fertilidad en los adultos.
Para fundamentar esta aseveración, la OCA se basó en estudios realizados por la Universidad de Harvard, la Universidad de Puerto Rico y los Centros Para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Una de cada cuatro mujeres sufre problemas en los ojos como consecuencia del maquillaje.
Una de cada cuatro mujeres reconoce haber sufrido algún problema en los ojos a causa del maquillaje. Esos problemas pueden ser conjuntivitis, escozor o irritaciones. Lo asegura un estudio de la Fundación Rementería, realizado a 100 pacientes, que indica que un porcentaje similar padece alguna alteración en la piel, como acné, dermatitis atópica, eccemas o hipersensibilidad, que las hace más vulnerables a estos problemas. Todas las mujeres analizadas que se habían maquillado alrededor de los ojos presentaban restos de maquillaje en la película lagrimal. Esta presencia está relacionada con una peor visión.
Ocho de cada diez entrevistadas se maquillan los ojos más de tres veces por semana. Según el doctor Javier Hurtado, director médico de la Fundación y autor de la investigación, el uso del maquillaje durante toda la vida “puede tener consecuencias a largo plazo en el ojo, sobre todo en un ojo más sensible”. El maquillaje es aún más lesivo en quienes usan lentes de contacto, ya que agrava los riesgos asociados a las mismas, como ojo seco e irritación, pero también infecciones. La consecuencia más leve son molestias e intolerancia a la lentilla pero lo más grave puede ser favorecer infecciones, que en los portadores de lentillas son mucho más graves. De las mujeres que utilizaban el delineador, la mitad lo usaban en la base de las pestañas y la otra mitad por dentro de las pestañas, con lo que el ojo está más expuesto.